Llegué a Patricia con una inquietud puntual , que luego descubriría era la excusa, el motivo para encarar temas más profundos y solapados . No tenía experiencia previa en terapia , por lo que la desconfianza y la incertidumbre de cuán útil podría resultar estaban muy presentes.
Para mi fortuna, fue el inicio de un camino sanador, mental y emocionalmente; un despertar a una forma de escucharme, de reconciliarme con mi historia. Encontré en ella la ayuda y guía que necesitaba.
Su apoyo y empatía me permitieron atravesar los momentos más difíciles, el dolor que venía de la mano de quitar cáscaras, de conocerme, y enfrentar cuestiones existenciales que no podían ser postergadas.
Con ella descubrí cuanta felicidad había al otro lado del miedo, proyectos de vida impensables y reconocer en el cambio un aliado permanente.
Yo estaba dispuesta… pero ella me habilitó , me brindó confianza y sostén, contención y escucha real, abriendo camino para que pudiera abrazar mi historia y vivir plenamente mi presente.
Le estoy eternamente agradecida por ello.